Decía en el post del pasado 17 de enero que mi obligación como padre era que mis hijos fueran personas buenas y felices cuando llegaran a la edad adulta. Escribí, con bastante precisión, lo que entendía por bondad, y hoy toca hablar sobre su felicidad.
Decía también que vinculo la felicidad de mis pequeños con su actividad laboral. ¿Por qué? Porque cuando sean mayores van a dedicar la mayor parte del tiempo que estén despiertos al trabajo. Por eso, tienen que disfrutar con aquello que hagan para ganarse la vida.
Pregunta: ¿cómo va a ser el mundo que les viene? Continue reading “Educando (II)”